No puedo evitar esa enorme sensación de vacío que me invade a ratos, y que por más acohol que le ponga, no se llena ni se larga. Estamos al límite. DEADLINE . Y la nostálgica melancolía de la que ayer fui presa, hoy no es más que un recuerdo en el mar de insipida indiferencia en que me hundo pasmosa, pero apasiblemente.
Agradezco a la desidia por tomar mi mano en esta velada, y arreglarme un poco el panorama, luego de una noche amarga y un despertar agrio. El patetismo me ha dejado sólo ese saborcillo pastoso de un orgullo mal masticado, y no ha quedado más que beber un vaso de agua y re-asumirlo para aceptar las nuevas realidades y/o condiciones que se me presentan... Mientras: se continúa avanzando.
a la espera del arcoiris.